Los lavavajillas son un elemento básico en cualquier negocio de hostelería, catering, restauración para colectividades, hoteles, hospitales o incluso en Industria alimentaria. En ellos se pueden lavar desde vajilla hasta bandejas, tajos de corte o piezas de maquinaria para elaboración de alimentos.
Por esta razón, asegurarnos de su correcto funcionamiento cobra suma importancia, para de esta manera garantizar que durante el proceso de lavado se alcanza la temperatura adecuada para higienizar la vajilla o que el detergente puede actuar de manera adecuada en las distintas superficies.
Además de un mantenimiento preventivo de la máquina lavavajillas para evitar averías y mejorar su funcionamiento, se hace necesario sobre todo en las zonas de la geografía española donde disponen de aguas duras, realizar con cierta asiduidad un tratamiento de desincrustación para eliminar la cal del aparato (sobre todo si no se dispone de descalcificador que rebaje la dureza del agua en la acometida de entrada de la misma en nuestras instalaciones).
Como sabemos, la dureza del agua (cal) se debe a la presencia de forma natural en el agua de distintas sales, como carbonato cálcico o carbonato magnésico. Estos minerales pueden ver aumentada su cantidad según el tipo de subsuelo de cada zona, que provoque el paso de estos carbonatos al agua desde las rocas y distintas superficies. Por ello en zonas aparentemente cercanas, según la calidad y características del subsuelo, el agua puede ser de calidades totalmente diferentes. Dicha dureza del agua se mide en Grados Franceses, siendo aguas con menos de 15 grados consideradas blandas, de 16 a 25 grados aguas medias, y en adelante aguas duras y muy duras.
La cal es un enemigo de los lavavajillas porque por un lado puede favorecer las averías en la maquinaria, tapona boquillas para el aclarado, aumenta el consumo energético porque la cal actúa como un aislante térmico que impide que el calentamiento del agua sea el adecuado, las incrustaciones de cal pueden ser un nicho ideal para la supervivencia de microorganismos.
Por ello, la necesidad de un correcto descalcificado de nuestro lavavajillas es vital. Desde Induquim queremos compartir los pasos para, con nuestro Descal Plus, poder realizar el correcto desincrustado frecuente de los lavavajillas de nuestras instalaciones:
Con estos sencillos pasos, junto con un mantenimiento preventivo adecuado y la selección de detergentes de elevada calidad como los de la línea Masschef® de Induquim, podemos asegurar el correcto funcionamiento del lavavajillas, no sólo como proceso de lavado, sino para asegurar la correcta desinfección térmica de la vajilla y por tanto poder asegurar la inocuidad alimentaria. Además, mejoraremos la vida útil de los aparatos, optimizando la rentabilidad de las instalaciones.
Disponer de un office de cocina limpio, higiénico y en correcto estado de mantenimiento que garantice la salud de nuestros clientes, es muy sencillo siguiendo los consejos que desde Induquim os proponemos. ¿Te unes a nosotros?
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