En este apartado sobre lavandería profesional se estudian los productos, los fluidos y sus componentes (sales, productos orgánicos, gases, etcétera) que intervienen en el proceso de lavado y la influencia que pueden tener en el mismo. El efecto que estos producen puede manifestarse, tanto en el resultado del lavado como en el daño que produzcan en los tejidos, incluso en la productividad de proceso.
Más adelante estos puntos se estudiarán en profundidad. Por ahora, es suficiente saber que, para obtener buenos resultados su influencia debe tenerse muy en cuenta.
Esta cualidad tan útil e importante es, sin embargo, la causa de que el agua pueda llegar a la lavandería o a la máquina de lavar con tantas impurezas. Generalmente, este hecho no se tiene muy en cuenta lo que puede causar innumerables problemas de lavado, planchado, destrucción del tejido y dermatitis en los usuarios.
Estas impurezas pueden provenir del largo recorrido que sigue el agua, desde que cae a la tierra en forma de lluvia; pero también en la instalación de la lavandería puede adquirirlas (depósitos, bombas, descalcificadores, tuberías, válvulas, etcétera); también el vapor, directamente introducido en el baño de lavado, o los serpentines de calefacción eléctrica, puede aportárselas.
Por ejemplo:
De la atmósfera absorbe gases, humos, ácidos, etcétera.
De los campos y del subsuelo disuelva sales cálcicas, magnésicas, férricas, fosfatos, barros, materia orgánica, etc.
El agua que antes de llegar a la lavandería haya atravesado un subsuelo arenoso, será filtrada y llegará libre de materia coloidal o suspendida (algas, arcillas, etc.) pero no de materia disuelta, dureza, sales férricas, manganésicas, etc.
Por el contrario, es seguro, que el agua proveniente de un río o de ciertos pozos y que no sea filtrada, contendrá todas las materias especificadas; aunque, como antes se indica, puede adquirirlas en la instalación del centro si está bien mantenida.
Es la cantidad de sales de Calcio y Magnesio que contiene el agua; en lenguaje coloquial se dice: al agua contiene. Cuando la dureza es excesiva pueden presentarse los siguientes problemas:
– ROPA INCRUSTADA, causa de:
– MÁQUINA INCRUSTADA, causa de:
– PROBLEMAS DE CALANDRADO:
En España se mide en grados hidrométricos franceses (ºHF)
1 ºHF = 1 g de Carbonato Cálcico en 100 litros de agua =
1 ºHF = 10 mg de Carbonato Cálcico en 1 litro de agua =
Según su dureza el agua se clasifica, aproximadamente:
0 a 5 ºHF | Agua corrosiva |
6 a 10 ºHF | Agua blanda |
11 a 15 ºHF | Agua semiblanda |
16 a 25 ºHF | Agua semidura |
> 30 | Agua dura |
A partir de ciertas cantidades –muy pequeñas, por cierto- son causantes de importantes problemas, por el daño que producen al tejido, la incrustación (incluso taponamiento) y/o destrucción de tuberías y elementos de pretratamientos (filtros, descalcificadores, etc.).
El daño químico al tejido lo producen conjuntamente con el blanqueante químico (lejía de cloro, agua oxigenada, etc.) al cual descompone descontroladamente aumentando su agresividad a las fibras.
Si los metales están disueltos en el agua o contenidos uniformemente en el tejido, se produce un desgaste general de las fibras. Si están suspendidos, en forma de partículas o contenidos en forma de manchas en el tejido, se producen agujeros. A veces, los metales también pueden ser aportados al baño por el vapor o por el agua caliente (corrosión en el interior del depósito).
Además de los problemas, arriba citados, también pueden amarillear la ropa.
El agua suele contener productos alcalinos (sosa cáustica, carbonatos, bicarbonatos, fosfatos, etc.) sustancias que no causan demasiados problemas durante el lavado pero sí durante los aclarados, calandrado y problemas en la piel de los usuarios; especialmente en bebés, enfermos de larga permanencia y personas alérgicas.
La alcalinidad (TAC) se debe determinar por medio de análisis químicos, que son muy sencillos, y su valor se expresa en Gramos de Carbonato Sódico / litro de agua.
Utilizar el papel pH para esta determinación conduce a errores, ya que hay materias que con una concentración muy baja tienen pH muy altos y viceversa; es decir, el pH no sirve para conocer la concentración de producto alcalino que hay en el baño, sino sólo para saber el potencial ácido o alcalino del mismo.
Otros productos señalan un pH diferente en función de la temperatura; por ejemplo, el Bicarbonato Sódico:
a 20 ºC tiene un pH de » 8; sin embargo,
a 70 ºC “ “ “ de » 11
Los gases disueltos que llegan con el agua (cuanto más fría tanto más gases puede absorber); por ello, el agua que se introduce en la caldera debe ser descalcificada, desgasificada y tratada convenientemente con productos especiales pues, los gases, además de los problemas que más abajo detallamos, suelen producir “bolsas de aire” en las cubetas de las calandras lo que ocasiona una pérdida importante del poder calorífico del vapor.
d.1) Cloro: Proveniente del tratamiento de la planta depuradora
d.2) Anhídrido carbónico
d.3) Oxígeno
Estos gases ocasionan –sobre todo si el agua contiene cloruros-
Como podéis ver, conocer bien el agua con la que se va a realizar el proceso de lavado industrial, es esencial.
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